
La voluntad de un buen hombre
Como si de un neorrealismo africano se tratara cuenta la odisea de un pequeño pueblo africano y de sus vivencias alrededor del molino (objeto de lujo y del que depende un núcleo de personas, como ocurría en el cine italiano de post-guerra) que ha comprado Sogo -antiguo ex-combatiente pendiente de cobrar su pensión- para las mujeres de su pueblo. Exactamente se centra en las dificultades que encuentra el ex-soldado para pagar su deuda que ha contraído a crédito y todo lo que conlleva pues Sogo no puede hacer otra cosa hasta que cobre su pensión y así liquidar su deuda contraída con un comerciante que presumiblemente es libanés. Como otras películas africanas el espectador puede apreciar la dura lucha diaria por la supervivencia (eso sí, con la ingenua alegría de los personajes siempre) así como sus costumbres, su atuendo, su filosofía y manera de afrontar los problemas...Como en la cinta senegalesa Moolaadé, las mujeres son las heroínas dispuestas a rebelarse contra la autoridad del hombre y superar las barreras de la ignorancia aunque éstas sean también portadoras de esta desgracia, y así romper los cánones establecidos y llegar a la esperanza de poder cambiar situaciones que aparentemente parecen inmutables. Espero que esta crítica sirva para que futuros visitantes o interesados en el cine africano se interesen en ella y en muchas otras....
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