JFK, El poder de la conspiración.
Cuando John Fitzgerald Kennedy fue elegido presidente de los Estados Unidos a principios de los años sesenta, una nueva era de optimismo parecía abrirse para el país, a pesar de estar marcada por acontecimientos como las movilizaciones para los derechos civiles, la guerra fría, la carrera espacial, la guerra de Vietnam o el triunfo del comunismo en Cuba, el presidente motivó las esperanzas de los ciudadanos con promesas de cambio social. Cuando en 1963 fue asesinado en Dallas, Texas, en una visita presidencial, se desató la histeria popular, ya que el fatídico hecho fue arrollador para la psique del país.
Oliver Stone dirige una controvertida película basada en los hechos posteriores al asesinato partiendo de la investigación personal que llevó a cabo el fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, para demostrar que el asesinato del presidente fue obra de una conspiración y no de la solitaria iniciativa de un asesino simpatizante del comunismo desde lo alto de un almacén de libros. A pesar de que Stone no comparte todos los puntos del fiscal sureño, deja muy bien claro y de manera documentada que la Teoría de la Conspiración está mas que fundamentada y que por si alguien lo dudaba, no pudo ser un solitario Lee Harvey Oswald como pretendía hacer creer la Comisión Warren a la población. Todo ello mediante una trepidante exposición de una montaña de pruebas y de personajes a priori dispares que aparentemente no podría ser llevado de manera tan ágil a la gran pantalla sin ser bien entendido si no fuera por el espléndido montaje.
El fiscal del distrito de Nueva Orleans es interpretado por el mejor Kevin Costner de la historia en un ejemplo de heroísmo y de búsqueda de la verdad, gracias a la iniciativa personal de llevar a cabo la única investigación civil para demostrar que la Teoría de la Conspiración fue llevada a cabo por las altas esferas de los Estados Unidos para asestar un golpe de estado al presidente Kennedy, defendiendo así los ideales democráticos, de justicia, libertad y de lucha civil contra el poderoso aparato gubernamental. Éste, parte del hecho increíble de que un tirador mediocre y que había vivido en la Unión Soviética sin ser considerado un traidor, ejecutara tres tiros perfectos y simultáneos a un blanco en movimiento en 5,6 segundos, hecho totalmente improbable según las pruebas, así todas las incongruencias de la Comisión Warren y del Gobierno de los Estados Unidos son puestas en entredicho para dar vida a la controvertida Teoría. A la vez es una meditación sobre el carácter corrupto de los medios de comunicación que empujan a creer en mentiras a la población, a que sepan sólo lo que interesa saber y sobre una maquinaria legal que no está separada del poder gubernamental como se pretende hacer creer.
Oliver Stone alterna magistralmente fotografías reales en blanco y negro con escenas rodadas en súper 8 y con las escenas propias del film en color, haciendo cambios repentinos de ángulos y rápidos acercamientos con zoom, utilizándolo a modo de flashbacks y reconstrucciones, combinándolos con datos que se narran de manera ágil por los personajes y con la envolvente banda sonora de John Williams dando un aire casi documental a la obra que hace estar aún mas inmerso al espectador en la estremecedora trama, el cual sin duda se planteará muchas mas preguntas de las que resuelve el film sobre un caso controvertido y del que no se sabe aún toda la verdad. ¿Qué vale nuestra ciudadanía si las personas a las que elegimos sirven a unos intereses extraños a los de la mayoría? ¿Qué tipo de corporaciones ajenas a la democracia pueden conspirar para derrocar a un presidente electo? La realidad supera a la ficción y como dijo el personaje interpretado por Joe Pesci "Es un misterio dentro de un enigma envuelto en un acertijo. No lo saben ni los propios tiradores"
Todos los hechos célebres referentes el caso están perfectamente reconstruidos, como el inocente saludo militar que le dedicó el hijo a Kennedy en su funeral, la cinta casera grabada por Abraham Zapruder en el momento del crimen (prueba con la que no contaba la comisión Warren) el asesinato de Oswald ante las cámaras por el hampón de Dallas Jack Ruby (con la extraña escusa de ahorrar a Jackie Kennedy el testificar en un juicio), la misteriosa foto de los vagabundos que fueron desalojados de los alrededores tras el asesinato y que no fueron interrogados o la famosa e infame teoría de la bala mágica que asegura que con sólo tres disparos se pudo ocasionar múltiples heridas a Kennedy y al gobernador Connally.
Los actores están inmejorables y las caracterizaciones son insuperables por el tremendo parecido y caracterización; Tommy Lee Jones como Clay Saw, Joe Pesci como David Ferie, Gary Oldman como Lee Harvey Oswald y hasta John Candy en un pequeño papel abyecto de abogado corrupto como Dean Andrews Jr. Además claro de contar con un adicional elenco de actores de la talla de Sissy Spacek, Walter Matthau, Jack Lemmon o Donald Sutherland. Incluso el propio Garrison hizo una pequeña aparición irónica para interpretar a Earl Warren. Las localizaciones son reales como en La Casa Blanca o la Plaza Dealey, tristemente célebre por el asesinato del joven presidente.
El director apuesta por el suspense para recrear toda una trama muy bien orquestada que pone al descubierto las fechorías de la CIA, el FBI, el Pentágono y hasta la propia Casa Blanca, para eliminar a un presidente que atentaba contra los intereses de la industria de armamentos al querer retirar las tropas de Vietnam, sin olvidar la supuesta implicación de los cubanos exiliados para derrocar a Castro o implicar al dirigente caribeño en el asesinato o el papel que pudo tener la Mafia que trabajaba estrechamente y en secreto con la CIA desde hacía años. La película aumentará la intensidad a lo largo de una trama que no dará tregua al espectador por la cantidad de datos que se suceden de manera ágil para desembocar en uno de los finales mas trepidantes de la historia de cine, en el que el fiscal Garrison da un auténtico discurso brillante y enardecedor sobre los valores de la democracia y del poder popular a base de reflexiones, metáforas y citas famosas.
Una película controvertida, eficaz, dinámica, que agarra al espectador desde el primer fotograma y lo obliga a ser testigo de uno de los episodios mas fraudulentos y a la vez trágicos del siglo XX, que terminó con las esperanzas de gran parte de la población mundial por un cambio hacia un mundo mejor. Como último dato y ejemplo del poder que puede tener el cine, a partir del film el Congreso creó en 1992 una comisión para revisar los archivos referentes al caso y ver cuales de ellos se pondrían a disposición del pueblo americano.
La frase: "En este país ya todos somos Hamlets, hijos de un rey asesinado por los que aún se sientan en el trono"
El momento: El vertiginoso discurso durante el juicio acompañado por la magistral interpretación de Kevin Costner.
.


Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario